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martes, 4 de agosto de 2009

Ojos esmeralda.

El cielo se teñía de naranja. Suspiró resignado, no podía pensar en otra cosa más que la mujer de aquel mercado. La había visto y no pudo quitársela de la cabeza pero … él no hizo el más mínimo esfuerzo para poder hablarle… ¿De qué sirve? El amor no se esfuerza ni tampoco se domina. Fue la única enseñanza desde ese día ¿Para qué ilusionarse?; miró de nuevo el cielo, mientras pensaba en cómo pintar en aquel bastidor, no pensaba en nada más. Tan sólo en la mirada de ella y sus sonrisas.
“Cruel destino” pensó él mientras deslizaba el pincel manchado de rojo en aquel bastidor, poco a poco los colores tomaban posesión de aquel pedazo blanco, provocando una imagen de un cielo… Y unos ojos esmeralda de ella, sí, la más obsesión de el , la joven de los ojos esmeralda … La sonrisa de ella se basaba en esas nubes naranjas formando un atardecer… Quiso levantarse pero no podía, el único recuerdo de aquella muchacha era la pintura. No la vendería ni tampoco la regalaría, tal vez ganaría dos monedas de oro y alimentarse… Ser un pintor es difícil y más cuando tu inspiración es una mujer… Pasó la noche perfeccionando la pintura… Si era el mayor más grande de su vida tendría que valer la pena.

— Rose…— el nombre de la mujer que se le robó el corazón y que era para ella… Miró de nuevo la ventana, el amanecer se presentaba. Valla cuadro… Pero nada superaría la belleza de esa mujer… Rose…

2 comentarios:

  1. Ahhhh,que romantico!!!!!!genia total.Besos

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  2. gracias por la bienvenida! y me deja contento q lo q escribi te haya ayudado :)
    estamos en contacto seguro..cuidate!! besos

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