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lunes, 13 de julio de 2009

Jueves...

Estaba sentada en aquel vagón pensando… ¿Por qué soy así?, me hubiese gustado estar en los cuerpos de las modelos o ser mas lista y sin temer a nada, si no fuera tan tímida. Te miré mientras tú acomodabas la mochila en el hombro. Si supieras que me pongo la mejor ropa para ti, pero no lo notas. Ojala voltearas para verme pero no es así. Un bostezo se te espaca en tus labios, se deslumbra mis pupilas al verte… Si supieras que tanto me importas pero después de todo ni se tu nombre, quisiera preguntártelo pero ¡estas timidez! Desvié la mirada y me sonrojo. Sentí tu mirada en mí, volteé y suspiras, no pude más y cerré los ojos mientras apartabas la vista. Un rayito de esperanza me ilumino el alma al verte. No podía respirar, a penas pasaban aire en mis pulmones. Me encogí queriéndome desaparecer y sin querer me puse a temblar.
Pasaron bastantes días para decir que esto fue una tortura, me recordaba una y otra vez el poema de Becker, un silencio incomodo nos rodeo al vernos de frente, estaba en medio de una confusión en mi mente. Te miro y desvías la mirada, esa mirada después se vuelve a mí. Un juego de miradas nos hacíamos y eso empeoraba mi situación. Y sin pensarlo susurre algo un nombre… que para después me miras y yo…yo… no supe que hacer. Pensé que era una tonta o pensabas eso… Quisiera morirme. Pasó tiempo y no volví a tomar ese tren y un día tuve que tomarlo, era tarde y no podía esperar hasta el siguiente y te vi; desvié la mirada y te acercaste a mí, sentándote a mi lado, respire fuertemente.
— Hola… Yo no te conozco pero cómo te eche de menos— confesó y eso me dejo sin habla— y cada mañana elijo este tren por…ti.

Cambio todo desde principio a fin, nos miramos, nos conocimos y antes que todo: nos enamoramos, sí, pasó el tiempo y este día fue muy especial. Me tomaste la mano y pasamos en un túnel en donde apagaron la luz. Intento buscarte y te encontré tu rostro, temerosa me acerco a ti y te bese. Fue un roce pero eso basto para ambos, nuestros labios se tocarón en donde deje escapar un suspiro.
— Te quiero y mucho….

No dijo nada más ya que él y yo nos besamos tan apasionadamente en donde olvide todo y me deje llevar te entregué todo, hasta el último soplo de mi corazón…

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Este es un escrito basado en la canción "jueves" de la Oreja de van gogh

Drabble....

lunes, 6 de julio de 2009

¿Manipulación?

Caminaba en la fría y oscura noche; sus ojos azules parecían reflectores de los cuales te enamorarías al verlos, sólo el ruido de sus pasos en el pavimento acompañaba en aquel silencio en la ciudad de Manhattan. El compas del viento nocturno hacían bailar aquellos cabellos oscuros, su sonrisa de malicia hacia contacto con su ser. Melanie antes de cumplir las órdenes de “su maestro” tal vez quería jugar un poco…sí su juego preferido: la manipulación. Claro desde pequeña siempre la trataban así…¿por qué no podía? El eco de sus pasoso ceso…Eso significaba que había llegado a su destino.
Espero un tiempo, lo suficiente para plantear el plan de su “juego”. Un hombre salió tenia un abrigo de piel, no bastaba con decir que era rico. Sonrió al ver el hermoso rostro de la mujer que le entregaría a su encargo.
— ¿Lo trajiste? — preguntó indiferente. Su tono de voz era ronca, ese sujeto tenía mayor edad de lo que aparentaba.

— ¿Tienes miedo de…morir? — preguntó ella acomodando un mechón de su cabello…El comienzo de su plan empezaba. El rostros del hombre se endureció, no dijo nada, sus labios formaron una pequeña sonrisa de incredulidad.

— Simplemente…se rio a carcajadas. Ella lentamente de su abrigo extrajo un objeto, negro y largo; el hombre se quedo sin habla…Era un arma, ella sonrió y apunto en el.
— ¿Qué Pla…planeas? — balbuceó el hombre con su mirada fija en ella. Sólo se limito a sonreír.

— Dime… ¿tienes miedo?


— De que hablas.

— ¿Eres lo suficientemente “vil” para darte el maletín?...¿A pesar de amenazarte con un arma? — Lo manipulaba. Melanie salía ganando…quería jugar. El sudor se perlaba en la frente del hombre y sentía su respiración bastante agitada. ¿Por qué? Se preguntaba el mismo. Negó la cabeza—Lo sabía— musito ella mientras se dirigía hacia el — Débil, cómo los demás — hizo un gesto en su frente— no vuelvas…Solamente le quitas tiempo a el— se acerco hacia su oído— Dame lo que tienes. No dijo anda más.

Melanie tenía pensado muchas cosas, las cuales una de ella era su “juego” ¿Por qué? Hasta ella se preguntaba. Tenía todo ya acabado, y eso la consolaba, empleaba lo que ella le habían empleado y se reía de ello. Se molestarían pero daba igual. La manera para esto era única, seria, ingeniosa, ¿malvada? Pero nada valía la pena. Sonrió. Mientras que en el infinito silencio se rompía gracias a los pasos de una mujer satisfecha por su cometido.

ilusiones...